Se llamaba Terrible y ¡con razón! Atemorizaba a su mujer, a sus hijos y a todos los habitantes del bosque. Pero sus cuatro lobeznos todavía no habían dicho la última palabra. Un buen día, a la hora de la siesta, se acercaron sin hacer ruido y… ocurrió algo terriblemente asombroso.
El lobo Terrible, que era grande y estaba vestido siempre de negro de la cabeza a los pies, no se quitaba nunca las botas ni los guantes negros.
El lobo Terrible, que era grande y estaba vestido siempre de negro de la cabeza a los pies, no se quitaba nunca las botas ni los guantes negros.
Se quedaron asombrados al ver que sin los guantes y sin las botas, su padre no era negro, sino que era de diferentes colores.
Al despertar, Terrible comprobó que por más que lo intentaba ( pintándose, poniéndose orejeras...), ya no podía ocultar su secreto y la vieja estrategia del terror no le sirvía de nada.
En su casa lo recibieron con los brazos abiertos, contentos de que ahora fuera, por fin, terriblemente tierno.
Hola Mar:
ResponderEliminarLA excursión al ateneo me gusto mucho, sobre todo la parte que teniamos que decir que animal, planta y color seriamos. Tambiem me gusto la parte en la que teniamos que pedir permiso para entrar en una "cabaña". El cuento también estuvo muy bien.